En Elegir su sillita (I) hablabamos de la importancia que supone llevar al niño de espaldas a la marcha. En esta nueva entrada analizaremos un segundo factor también muy importante: la sujeción.
Si queremos proteger al máximo a nuestro hijo, tendremos que asegurarnos de que exista una sujeción eficaz siempre y en todo momento. ¿Qué significa esto? Que la silla deberá quedar firmemente sujeta al asiento y el niño deberá quedar firmemente sujeto a la silla.